La silla Jill es la primera colaboración entre Vitra y Alfredo Häberli. Inspirada en los inicios del moldeado de madera contrachapada, Jill explora los límites actuales de esta técnica, ofreciendo una sorprendente comodidad.
En la década de los cuarenta, Charles Eames logró por primera vez pasar del modelado de madera contrachapada bidimensional al tridimensional, haciendo posible la fabricación de asientos con una forma orgánica y adaptada al cuerpo humano, pero nunca con una carcasa de una sola pieza.
Con Jill, Alfredo Häberli hace una referencia formal a aquellos tiempos, recreándolos en colaboración con Vitra por medio de una carcasa de asiento moldeada de forma orgánica con la más avanzada tecnología de contrachapado.
Mediante un procedimiento patentado, las chapas de madera de Jill se curvan hasta que se juntan alineadas en la superficie del asiento. De este modo, se genera una transición abierta entre el asiento y el respaldo, con una carcasa flexible que se estiliza de forma progresiva a medida que asciende hasta la parte superior, generando una forma escultural que sigue las formas del cuerpo, acogiéndolo con un sorprendente confort derivado de su notable flexibilidad.
Las bases de Jill, fabricadas en acero tubular, aluminio y madera otorgan a las sillas una expresión moderna permanente, sobre todo con su colorido fuerte y expresivo, que está a tono con las tapicerías opcionales disponibles en tela.
Obtenible : Jill Tube con una base de cuatro patas de acero tubular.
Obtenible probablemente en febrero 2012: Jill Wood con una base de cuatro patas de madera. Jill Fourstar con una base giratoria Fourstar, equipada con un muelle de rotación inversa.
